“A Los Pobres Siempre Los Tendréis”
“A Los Pobres Siempre Los Tendréis”
Pobre es una persona o comunidad que no tiene lo necesario para sobrevivir o lo que posee es escaso.
Se supone que una verdadera democracia compuesta por una sociedad solidaria, uno puede nacer pobre y poder cambiar su estado económico con posibilidades de crecer sin límites financieramente.
Pero en nuestro país hemos tenido por décadas 29 municipios clasificados en extrema pobreza severa y todo El Estado bebería enfocar esfuerzos con preocupación por la situación de estos pobres.
¿Pero que debe hacer la iglesia?
El título de este artículo lo tome de Marcos 14:7 en el que se expresa:
“Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien...”
Con mucha frecuencia predicadores y creyentes utilizan frases bíblicas mutilando el contexto de los versículos, ya que algunos consideran que es imposible eliminar la pobreza y por enfocarse solo en la primera frase, son irresponsables al no cumplir la segunda:
“PODRÁN AYUDARLOS CUANDO QUIERAN”
Bíblicamente la responsabilidad de atender las necesidades de los pobres es más de la iglesia que del Estado.
Pero predicar o propagar que “A LOS POBRES SIEMPRE LOS TENDREMOS” y como no podemos erradicar la pobreza no hay que atenderla, con esa idea, el cristianismo evangélico en vez de combatir la pobreza, la estimula.
¿Cuál es la responsabilidad del creyente con los necesitados, y de qué manera debe ponerse eso en práctica?
Este es un tema que en la biblia tenemos suficiente contenido para ser solidarios con los pobres, y todos los días miércoles estaré escribiendo sobre un versículo bíblico que aborda el tema de la pobreza.
No siempre la pobreza es culpa de la persona que lo padece, a veces es resultado de la decisión de otras personas, de las sociedades y de los gobernantes.
Estar en condición de pobreza es un fenómeno muy complejo, pero que tiene soluciones y no debemos ignorar que muchas personas son explotadas por los demás o por los gobernantes cuyas leyes o estructura social son opresivas.
El desprecio a los pobres puede observarse en el abandono de la misma sociedad, de sus propios familiares y vecinos.
Por muy incomodo que sea para algunos pastores y administradores eclesiásticos (Cuerpo Oficial, Directiva o Cuerpo de Ancianos) uno de los destinos de los diezmos recibidos debe ser utilizado para ayudar a los pobres.
“»Cuando ya hayas apartado la décima parte de todos tus productos del tercer año, que es el año del diezmo, se la darás al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que coman y se sacien en tus ciudades. Entonces le dirás al Señor tu Dios: “Ya he retirado de mi casa la porción consagrada a ti, y se la he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que tú me mandaste. No me he apartado de tus mandamientos ni los he olvidado.” (Deuteronomio 26:12-13 NVI)
¿Qué actitud debemos tener, por tanto, hacia los pobres?
“Conoce el justo la causa de los pobres” (Proverbios 29:7).
Los justos están dispuestos a participar en cuestiones relacionadas con la vida de los necesitados.
El cristiano bueno está dispuesto por compasion tomar de sus propios recursos para ser solidario con el pobre, consiente que “a Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Proverbios 19:17).
Adán Ezequiel Mejía Renderos
Teólogo y Político
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