¡La Constitución De 1983 Está Vigente y Es Útil!
¡La Constitución De 1983 Está Vigente y Es Útil!
La Constitución de la República es la máxima Ley, por lo tanto es fundamental para la estabilidad democrática en todo el aparato del Estado, en ella se define el régimen de los derechos y libertades de los ciudadanos y delimita los poderes e instituciones de la organización gubernamental y política.
La Constitución tiene un rango superior al resto de las leyes, en ellas se delimita el accionar propias instituciones de la administración pública y establece procedimientos y sanciones para que el mismo Estado no incumpla con las normas establecidas en dicha Constitución.
Nuestra Constitución está vigente desde el año 1983, y lamentablemente algunos ciudadanos que nunca la han leído e irresponsablemente hablan y promover una Nueva Constitución.
No creo conveniente que se establezca una Nueva Carta Magna, porque la que está en vigencia nos ha rígido democráticamente en todo el ordenamiento jurídico del Estado,
No existe ninguna otra ley ordinaria que pueda estar por encima de ella, es por esto que es llamada Ley Suprema.
Invito a que seamos defensores de nuestra Constitución y no permitamos que ningún organismo o funcionario del Estado, ley, decreto o acto puede ir en contra de lo establecido en la presente Constitución
Nuestra Carta Magna no es perfecta, pero la misma permite la capacidad de perfeccionarse o de ser perfeccionada por medio de reformas a la mayoría de artículos que la conforman, exceptuando aquellas disposiciones que no pueden ser reformadas por considerarse cláusulas pétreas.
Gracias a Dios no pueden reformarse en ningún caso los artículos que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.
Nuestra Constitución ha protegido los derechos e intereses de todos los ciudadanos en relación al actuar del propio Estado, y tenemos algún artículos que para algunos requerirán una reforma, en próximos editoriales estaré refiriéndome a los que considero necesario una reforma.
Toda reformar requiere una profunda reflexión, con un amplio conocimiento de la realidad jurídica, política, social, entre otros aspectos.
Todo cambios políticos-jurídicos requiere obligatoriamente que cuente con los instrumentos del derecho y de políticas públicas y derechos humanos que otorguen ideas que puedan ser útiles a realidades concretas, que respondan a reales necesidades (más que demandas) nacionales.
Los que promueven la iniciativa de querer una Nueva Constitución, lo hacen en referencia a la reelección presidencial, lo cual está vetado en la misma Constitución.
Nuestras cláusulas pétreas impiden cualquier reforma constitucional que atente de manera evidente contra los principios de gobernabilidad del Estado, se oponen al establecimiento de un régimen monárquico, presidentes vitalicios o períodos presidenciales extremadamente largos.
No me extrañaría que los diputados electos de Nuevas Ideas con el respaldo de otros legisladores pretendan realizar un referendum para consultar sobre la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente que dicte y apruebe una nueva ley fundamental del país.
Mi temor se acrecienta al ver que la popularidad al actual presidente de la República, la cual está cegando a un alto porcentaje de la población, lo acepte y por fanatismo o ignorancia comerían con gusto alimentos que posteriormente los dañen terriblemente.
Estamos atentos y alertas ante toda iniciativa que la Nueva Asamblea Legislativa pretenda realizar y convertirla en una Asamblea Constituyente.
Todo decreto o referéndum que este fuera de los límites que la Constitución vigente establece, no merece ni un análisis jurídico.
Querer refundar el país con una nueva Constitución es equivalentes a un Golpe de Estado.
La democracia del país estaría en peligro, ante el poder que ejercerse El Presidente Bukele y su verdadero partido si pretenden refundar el país con una Nueva Constitución.
Cuidemonos de aquellos discursos que aprueben la abrogación de nuetro Estado de Derecho, persiguiendo la creación de un supuesto nuevo orden constitucional.
Esto ha sido una constante en todas las tiranías del mundo que los gobernantes han perseguido una apariencia de legitimidad.
Muchas veces los dictadores los ha formado la idea de que gobierna con el consentimiento de la mayoría del pueblo, a quien después someterán sin el respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos.
Primero Dios, solo sea un temor y no una realidad.
!DIOS TE SALVE PATRIA SAGRADA!
Adán Ezequiel Mejía Renderos Teólogo y Político |
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