La Defensa De Nuestros Principios y Valores
La Defensa De Nuestros Principios y Valores
Me da mucho pesar que en mi país, los cristianos evangélicos antepongan sus intereses partidarios o políticos antes que sus principios.
Estamos ante una presión nacional e internacional de grupos que buscan la despenalización del aborto, legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y ellos buscan silenciar a quienes defendemos la vida y el matrimonio exclusivo entre la unión de un hombre y una mujer así nacidos.
He aceptado con resignación la pasividad e interés político del momento de la mayoría de líderes del cristianismo evangélico, pero mis convicciones no me permiten callar mi voz.
A pesar que me cancelen y bloqueen mis redes sociales, continuaré defendiendo la vida, el matrimonio, la familia y nuestras libertades tanto de expresión y religiosas.
Realmente Estamos viviendo en un mundo que no busca la justificación proveniente de Dios sino una que proviene del hombre.
Tenemos una sociedad cautivada en una inmoralidad impía,
La conciencia de los cristianos evangélicos nominales les está conduciendo a buscar la forma de justificar su pasividad es decir, defender su comportamiento electorales y políticos partidarios, los cuales son aberrante.
Pero la Biblia nos advierte d los tales:
“No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.
Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira. Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se deleitaron en el mal.”
(2 Tesalonicenses 2:3-4, 10-12 NVI)
“Ahora bien, ten en cuenta que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad. ¡Con esa gente ni te metas!
Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas de mente depravada, reprobadas en la fe.
Pero tú permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste. Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.”
(2 Timoteo 3:1-5, 8, 14-15 NVI)
Los cristianos nominales tiene apariencia de piedad pero en realidad son paganos, que buscan recibir aprobación de sus acciones en cualquier otro medio, excepto en Dios.
Hoy es el tiempo que se levanten hombres como Justino Mártir, quien en su época defendió a los cristianos contra la acusación de ser ateos, por no adorar a los múltiples dioses de los romano); defendió la validez del cristianismo, y explicó cuidadosamente las costumbres, creencias, y principios éticos de los cristianos.
Dios quiera que sirvan cristianos os como Ireneo, quien escribió en contra de la herejía del gnosticismo,
Hago el llamado a los creyentes que actúen como Tertuliano quien defendió el cristianismo contra acusaciones falsas y contra herejías de su tiempo
Estos apologistas eran bien educados, habían estudiado extensamente la filosofía griega, y sin duda, en su época fueron instrumentos útiles del Señor.
Se qué hay un remanente fiel que no claudicará aunque el presidente levante una imagen para ordenar a inclinarse a adorarla. (Lea Daniel, capítulo tres)
Los cristianos respetamos a toda autoridad terrenal, pero cuando estas actuan, decretan o legislan en contra de los principios divinos, sabemos que es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.
Adán Ezequiel Mejía Renderos
Teólogo y Político
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