La Reelección, Un Atentado a la Democracia.
La Reelección Presidencial Un Atentado a la Democracia.
La simpatía y popularidad por un gobernante es uno de las inspiraciones para considerar favorable la reelección presidencial, pero ¿en que ayuda al sistema democrático permitir la reelección presidencial?
Cuando se prolonga el mandato, se construye un caudillo, quien se ve rodeando de personas que lo halagan en busca de privilegios personales.
El Salvador es una república constitucional democrática con una estructura política hecha de reglas e instituciones encaminadas a preservar los derechos políticos de todos los ciudadanos.
La no reelección obliga a quien ocupe la presidencia del Poder Ejecutivo a realizar una administración eficiente lo mejor posible porque no tendrá otra oportunidad y si no administra bien, se detiene su mal trabajo y se resquebraja el clientelismo, el tráfico de influencias y la corrupción.
Nuestro sistema democrático y electoral facilita los frenos y contrapesos que permitan una mejor coherencia y unidad del ordenamiento jurídico para que sus instituciones políticas, puedan ser controladas como manda la Constitución.
En cambio la concentración del poder degenera la división de poderes, la reelección generará desequilibrio frente a los demás.
Uno de los elementos que hizo que muchos diputados no fueran reelectos el pasado 28 de febrero fue porque la mayoría de electores comprendieron que los legisladores con más tiempo en la Asamblea Legislativa tenían que ser removidos y es incoherente que quienes se oponen a tener “dinosaurios en el poder” hoy estén a favor de la reelección solo por tratarse de sus preferencias.
La reelección atenta directamente contra la armonía institucional que establece la estructura orgánica del Estado.
Ante las voces que hablan que se debe permitir la reelección presidencial, ignoran que nuestra Constitución condena promoverla:
Artículo . 75.- Pierden los derechos de ciudadano:
4o- Los que suscriban actas, proclamas o adhesiones para promover o apoyar la reelección o la continuación del Presidente de la República, o empleen medios directos encaminados a ese fin.
Esto no es suprimir un deseo del electorado sino al contrario proporciona garantías para que se conserve el régimen de gobierno democrático, el cual va definido desde su ordenamiento jurídico y de la unidad institucional, fragmentando su poder, su funcionalidad en cuanto a los órganos y ramas del poder público.
La no reelección faculta tener una democracia participativa y representativa, garantíza la voluntad del pueblo en las elecciones electorales, facilita la recuperación de los espacios de participación democrática; los derechos de la oposición; el fortalecimiento de los partidos políticos.
Además les invito a indagar en qué consiste ser una “ República”
El Diccionario de la Real Lengua Española en su primera definición expresa:
“Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento PARA UN PERÍODO DETERMINADO .
La alternancia del poder descentraliza la concentración de poder y proporciona autonomía en entidades de los diferentes Ministerios del poder Ejecutivo.
La forma de gobierno republicana se caracteriza por la temporalidad del presidente y para lograrlo las elecciones deben ser periódicas, competitivas, libres y sobre todo limitadas de alguna preponderancia.
La no reelección presidencial fortalece la prevalencia del interés general al particular.
En nuestro país para que exista una reelección presidencial, se requerirá de una Asamblea Constituyente ya que en la presente Constitución es una cláusula pétrea y anularla afectará al Estado, pues permitirá una concentración de poder del Ejecutivo, otorgándole dominación sobre los demás órganos del Estado. Abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad.
NO es conveniente otorgar un total dominio a un mismo gobernante ya que tendrá un excesivo poder sobre la voluntad democrática.
Teniendo una prohibición a la reelección presidencial se estimula la defensa contra la instauración de dictaduras personalistas o la prolongación de “un mandado democrático”, que para serlo verdaderamente debe ser transitorio.
“toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución” ( Montesquieu, Constituciones de Massachusetts de 1780)
Adán Ezequiel Mejía Renderos
Teólogo y Político.
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