Seamos Solidarios Con Los Pobres.
Seamos Solidarios Con Los Pobres.
En la Biblia, encontramos que existen pobres por diferentes motivos uno de ellos, es como resultado directo de las calamidades, las enfermedades, los accidentes.
La Escritura nos instruye que es responsabilidad de la iglesia y del pueblo cristiano tener un corazón compasivo y solidario para brindar asistencia a aquellos que están sufriendo no por causa de una falta cometida, sino como resultado de una calamidad fuera de sus responsabilidades.
Cuando un cristiano lector de la biblia descubre la identificación de Dios con los pobres, este ya no considerar a los pobres como un asunto de un problema social, sino que será responsable y deberá tener una acción solidaria con los más necesitados.
El cristiano evangélico que hace caso omiso de los pobres y marginados, no está viviendo el evangelio de amor y ayuda para los necesitados, y esto debe cambiar.
Dios es justo y misericordioso y nos invita a que nos convirtamos en defensor y promotores de la causa del débil, del oprimido y de quienes están en condiciones de pobreza extrema.
El apóstol Pablo, Enseño que si él diéramos todas nuestras posesiones a los pobres, pero lo hiciéramos sin amor, eso sería improductivo, inútil, indigno y carente de valor eterno.
“Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.”
(1 Corintios 13:3 NTV)
Ayudar a los pobres no debe ser una acción solo de los ricos, sino de todo aquel que tiene compasión y que no sea tacaño sino bondadoso hacia los pobres.
No es de dar cuando nos sobre, ya que siempre tendremos algo que cubrir de nuestras necesidades, se trata de compartir.
“Pero si hubiera israelitas pobres en tus ciudades cuando llegues a la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no seas insensible ni tacaño con ellos. En cambio, sé generoso y préstales lo que necesiten.
Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas. Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.”
(Deuteronomio 15:7-8, 10-11 NTV)
“El que oprime al pobre ofende a su creador, pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.” (Proverbios 14:31 NVI)
Los cristianos evangélicos ocasionáramos un mayor impacto en nuestras comunidades si cada día nos preguntáramos:
¿Quien estará necesitando ayuda este día?
En los Evangelios encontramos que Jesús desea que sus discípulos sirvan a sus prójimos, como si estuviéramos ayudándole a Él.
“El Rey les responderá: “Les aseguro que TODO LO QUE HICIERON por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.
Él les responderá: “Les aseguro que TODO LO QUE NO HICIERON por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí”.”
(Mateo 25:40, 45 NVI)
Cada vez que ayudamos a un pobre, Dios lo ve con agrado, ya que la ayuda otorgada es como si se la hubieras brindado directamente a él.
Los primeros cristianos dieron una importancia primordial a la asistencia a los pobres, a las viudas y a los huérfanos. ¿A quienes ayudan los cristianos de hoy en día?
Los marginados necesitan de la ayuda de los cristianos, que no buscan protagonismo.
Debemos ser una comunidad solidaria en el mundo de necesidad en el que estamos.
Tenemos que dedicar una parte de su tiempo, recursos a servir a los pobres y marginados.
La situación actual en nuestra ciudades y nación requiere de una iglesias que funcionen como verdaderos representantes del amor y Compasion de Dios,
Lo le invito a que renuncie a todos sus bienes sino a ser misericordioso para suplir las necesidades de otros.
Adán Ezequiel Mejía Renderos
Teólogo y Pastor
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