¿Quien es pobre?

 “Gente pobre en esta tierra, siempre la habrá; por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra.”

(Deuteronomio 15:11 NVI)





Ninguna persona está ausente de estar próximo a una persona pobre, lo que demuestra que podemos extender la mano para ayudar.


No debemos esperar tener dinero de sobra para poder ayudar, lo que se debe tener es la voluntad.


El motivo debe ser la compasión que sentimos por las personas que no tienen los recursos necesarios.


Cuando Escucha la palabra “pobre” ¿que siente y en quien piensa?


Hay que tener en claro y distinguir entre alguien que es pobre y un necesitado. 


Por ejemplo, un millonario no es pobre en él área económica, pero puede estar muy necesitado de amistad, cariño y de ayuda espiritual o emocional.


En cambio también alguien no puede tener dinero de sobra, vive el día a día, pero cuando llega una enfermedad grave o accidente no tiene los recursos necesarios para cubrir los costos de exámenes o tratamientos. 


No podemos clasificar a alguien de pobreza por su apariencia, hay personas que viven en una casa sin pompa, una casa sencilla, se visten sencillamente y trabajan en condiciones donde el lujo o la comodidad no son viables, pero financieramente tienen mucha estabilidad. 


¿Quien es pobre? 


En las ciudades y pueblos vemos personas que viven como indigentes por sus malas decisiones, por sus vicios,otros prefieren vivir en la calle por resentimientos y porque se acomodaron a ese estilo de vida de escasez. 


Existen otros que por falta de motivación no buscan la superación, ya sea por la vía de la educación o del trabajo o comercio. 


Hay quienes se rindieron creyendo que no traen capacidad para estudiar o para emprender un negocio. 


Muchas veces la pobreza es un estado mental, más que una condición de exclusión, no descartó qué hay pueblos, municipios y naciones en extrema pobreza por la exclusión comercial, política y social.


Cuando uno ha tenido la oportunidad  de viajar a los países llamados del primer mundo, uno enfrenta las diferencias con nuestras naciones del tercer mundo. No me refiero a la cultura sino a los recursos económicos. 


No debemos rendirnos y claudicar en ayudar a los verdaderos pobres, 


Los cristianos fracasamos cuando estamos cerca de una persona en una situación de pobreza y que está termine convirtiéndose en una persona heredando pobreza. 


Dios nos delegó la responsabilidad de tener compasión con los pobres, enfermos y ayudar a toda persona marginada.


La solidaridad debe ser una inspiración en cada cristiano. 


Hay varios mandatos que nos dejó Cristo, que lo evangélicos de hoy en día no practican:


“Más bien, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.” (Lucas 14:13 NVI)


“»El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá.” (Isaías 58:6-8 NVI)


De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.(Hechos 2:46-47)



Hago un llamado a que practiquemos el mandado de ayudemos con solidaridad a los pobres, no esperemos tener de sobra compartamos lo que tenemos para ayudar a otros. 





Adán Ezequiel Mejía Renderos 

Teólogo y Político 

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